Por un lado no importa lo que diga, pero basta leerlo para disfrutar la manera en que escribe.
Respecto a la nota, es demoledor el enfoque que hace VL del nacionalismo con tintes racistas pro indígenas que está creciendo en algunos países latinoamericanos.
Me sumo a las recomendaciones de leer la columna completa.
Extraigo esta parte del texto donde hace un juicio tajante de la imagen que vende Evo Morales:
Tampoco el señor Evo Morales es un indio, propiamente hablando, aunque naciera en una familia indígena muy pobre y fuera de niño pastor de llamas. Basta oírlo hablar su buen castellano de erres rotundas y sibilantes eses serranas, su astuta modestia ("me asusta un poco, señores, verme rodeado de tantos periodistas; ustedes perdonen"), sus estudiadas y sabias ambigüedades ("el capitalismo europeo es bueno, pues, pero el de los Estados Unidos no lo es") para saber que don Evo es el emblemático criollo latinoamericano, vivo como una ardilla, trepador y latero, y con una vasta experiencia de manipulador de hombres y mujeres, adquirida en su larga trayectoria de dirigente cocalero y miembro de la aristocracia sindical.Basta leer la obra de Vargas Llosa para saber que no habla por hablar y que es buen conocedor del tipo de gente que describe en este párrafo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario