Hoy, 25 de enero, se cumplen 9 años del asesinato del fotógrafo de Noticias José Luis Cabezas.
Se puede poner reparos frente a este hecho por la relevancia dada a su muerte por parte del periodismo frente a muchas otras igualmente trágicas y mafiosas.
Pero no se puede obviar que este acontecimiento y todo lo que siguió provocó una convulsión política y social difícil de olvidar en Argentina.
Aquí va un relato personal de alguien que trabajó junto al fotógrafo.
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2 comentarios:
Jorge, qué bueno que lo recuerdes. En esa época, yo estaba en la "euforia" del mundo bursátil, y estas cosas parecían casi una "molestia". Ahora me doy mejor cuenta de la barbaridad que fue.
Fue tan terrible, que lo sigue siendo... pocas cosas han reforzado más mi decisión de emigrar que leer en el diario acerca de la liberación de los asesinos... no es que sintiera una especial estima por Cabezas (honestamente no tengo idea cómo era como persona)... pero muestra el estado de las instituciones, de la inseguridad de fondo que padecen los argentinos... no quiero para mis hijos esos modelos... Me acuerdo de un artículo que escribió mi marido, en donde comentaba cómo tenía que reprimir sus reflejos al explicarle a nuestra hija de 7 años que tenía que confiar en los policías, que ellos estaban para protegerla!!!!! hablaba de la policía norteamericana, no de la bonaerense, claro está! Pero para nosotros que vivimos nuestras vidas ahí, la policía no es alguien en quien uno confía... es un reflejo nacional...
No existen las sociedades "blancas" ni las "negras", todas son grises... pero las hay "gris perla" o "grafito"... no??
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