martes, febrero 21, 2006

Historia y hechos

Un historiador, que por lo que parece está ligado a la extrema derecha, negó en declaraciones públicas el exterminio de millones de personas en los campos de concentración nazis.

Ahora un tribunal lo condena a tres años de carcel por esas declaraciones.

Entiendo que hacer declaraciones racistas debe ser punible judicialmente, pero no estoy tan seguro de que el enunciar una teoría sobre hechos del pasado, por más que estén infinitamente probados y esa teoría se derrumbe por sí misma, deba ser objeto de una pena.

Creo que se comete un error criminalizando este tipo de cosas y además se beneficia a esta gente haciéndolas quedar como víctimas.

2 comentarios:

Louis Cyphre dijo...

Todo un tema. Hay países en donde estas cosas son delito. Por ejemplo, Canadá. Hace unos años detuvieron a un famoso Holocaust Denier de los EE.UU cuando vino a dar unas charlas por acá.

En lo personal, creo que esta gente está muy enferma, pero tienen derecho a decir lo que mejor les parezca. Yo los comparo como Hebe de Bonafini, que hace abierta apología del delito, pero creo que el derecho de hacerlo.

Dieguistico! dijo...

Creo que penalizar las opiniones, por más desagradables que nos parezcan, es entrar en el mismo juego autoritario que pretendemos combatir. Más allá que las opiniones de este sujeto merezcan nuestro más profundo rechazo, un verdadero liberal debería defender el derecho de cada quien a decir lo que le plazca. ¿Qué nos diferencia entonces de gente como la que quema embajadas porque no les gustan unas caricaturas de Alá, si nosotros estamos dispuestos a encarcelar a alguien por sus opiniones?
Creo que, excepto obviamente que se pase del dicho al hecho, o que las palabras sean utilizadas como un medio directo de incitación a la violencia, debemos defender el derecho de expresión de todos los individuos, muy particularmente de aquellos que no piensan como nosotros.