Por fin el oficialismo en Argentina empieza a encontrar escollos por parte de alguna tímida oposición que se empieza a formar.
Ante el avance del gobierno sobre la Justicia intentando reformar el Consejo de la Magistratura, diversos grupos representados en la Cámara de Diputados resolvieron juntarse para hacer frente al proyecto de reforma.
Kirchner puso el grito en el cielo, como era de esperar. Pero dado su caracter autoritario, no enfrentó a la oposición con ideas o fundamentando la reforma. Simplemente escupió las frases usuales en él que se quedan en el resentimiento y la bronca porque no lo dejan gobernar, según sus palabras.
La Argentina siempre termina gobernada con el caudillo de turno que no tiene idea de lo que es la divisón de poderes y cree que desde el Poder Ejecutivo puede hacer lo que se le canta.
miércoles, diciembre 28, 2005
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