Siempre enmarcados en la conmemoración de los tristes hecho de diciembre de 2001, nos encontramos con otra manipulación de las leyes a gusto del Poder Ejecutivo.
En este caso tenemos al presidente disponiendo de las reservas del país a gusto suyo (y de su esposa, seguramente). Parece que del lema no pagar la deuda tan afecto a la izquierda autóctona, se ha pasado a paguemos todo lo que debemos.
Para este fin el Presidente pasa una vez más por sobre la división de poderes apelando a sus antiguos compañeros "de lucha" del Congreso. Aquellos que hacían la "V" de la victoria JP-ista hace poco en dicho ámbito.
Como seguramente la institucionalidad no importa mucho a aquellos que disparaban a mansalva sobre dirigentes políticos y empresarios en los '70. Estos combatientes redimidos vuelven por la revancha transformando el sistema institucional en verdadero papel mojado.
martes, diciembre 20, 2005
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