Los hechos vuelven a mostrar cómo el camino de toda América Latina, especialmente en Sudamérica, es común para la mayoría de los países.
Durante décadas los procesos políticos y económicos en Latinoamérica se dieron en común en distintos países de la región.
Movimientos políticos como el Peronismo se desarrollaron en forma parelela en los '40 y los '50. Durante décadas los militares dominaron la vida institucional mediante golpes de estado tanto en Argentina como en Uruguay, Brasil y Chile. La guerrilla golpeó simultáneamente los países del Cono Sur a fines de los '60 y en los '70. La Guerra Antisubversiva y sus trágicos métodos de desapariciones de personas y torturas se dieron a la vez a ambas márgenes del Río de la Plata en los '70. El retorno a la democracia se fue expandiendo desde Argentina a los países limítrofes durante los '80. La reformas con tintes liberales pero con tremendas manchas de corrupción conflureron en los '90.
Ahora mismo parece estar viviéndose otra oleada que cubre por igual a varias naciones. El nacionalismo sumado a un populismo socializante se ha extiendo a Bolivia a partir de la Venezuela de Chavez. Otros países, como Argentina, hacen causa común con esta tendencia. Ahora nos encontramos con que para las elecciones de abril de 2006 en Perú un candidato cercano a Chavez y a Evo Morales está juntando votos y poniéndose, por ahora por poca diferencia, a la cabeza de las encuestas.
miércoles, diciembre 28, 2005
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario