jueves, diciembre 15, 2005

Cuba y las Damas de Blanco


El Parlamento europeo - que me hace pensar en una especie de Parlamento Galáctico de Star Wars, por la diversidad de orígenes de sus miembros - otorga anualmente el Premio Sajarov. Este premio suele reconocer la labor a favor de los derechos humanos y la libertad.
Este año se lo han otorgado a Las Damas de Blanco. Estas mujeres son esposas de presos políticos cubanos y suelen hacer una manifestación pacífica todos los domingos en La Habana al estilo de las "Madres de Plaza de Mayo" en Argentina. Es curioso que estas mujeres prosigan el método de protesta de una agrupación que, aunque actualmente dividida, tiene como máximo referente una seguidora fiel del castrismo y del comunismo en general, como Doña Hebe de Bonafini.
Ocurre ahora que el glorificado régimen cubano no deja salir a estas mujeres a recibir su premio. Este método es habitual en Cuba, de donde tengo conocidos que me han contado la situación ridícula de tener que pagar periódicamente una suma altísima en dólares para tener su pasaporte. Donde para poder salir del país se debe contar con el permiso del burócrata de turno. El mismo burócrata que por su condición de tal no puede salir de la isla y que movido por la envidia no tiene dificultad en extender ese impedimento negando el sello salvador al que le venga en gana.
Para peor, ahora nos enteramos que el responsable del Parlamento Europeo, en su posición "dialoguista" con el régimen, no tiene intenció de enviar a Cuba un delegado para entregar el premio.

1 comentario:

Niño Barroco dijo...

Che, no le das demasiada importancia a una isla perdida en el anacronismo? o sea, hay fenómenos mucho más piolas en el mundo actual para poner el ojo con el mismo énfasis...y no creo que queden tanta gente afecta al régimen de Castro como para que te pongas una trinchera (me hacés acordar a Lopez Murphy y su batalla pedorra contra los que apuestan por una sociedad como cuba). Y, just for the records, Hebe no es el máximo referente de Madres...porque Madres se dividió precisamente por mujeres como Hebe, dejando una línea fundadora y otra paralela con distintas reivindicaciones. En lo personal creo que el dolor no es legitimador político (método que apropiaron por ejemplo Blumberg o el abogado de las víctimas de cromagnon, pero con otro signo sociopolítico) o al menos, es tan legitimador como otros sentimientos.
Igual, algún día deberías experimentar darle un abrazo a Hebe...tal vez puedas sentir esa energía especial que tiene un luchador nato, por más que no estés de acuerdo con los fundamentos de su lucha...