viernes, agosto 04, 2006



Vicente Luis Botín, el corresponsal de Televisión Española en Cuba, no deja de machacar una y otra vez sobre la "tranquilidad" que reina en la isla ante el clima de incertidumbre que plantea la enfermedad de Fidel Castro.

Puedo entender que los medios oficiales del regimen oculten lo que está pasando. Pero es lamentable que los periodistas que tienen la posibilidad de ver un poco más allá se asocien a esta censura implícita.

A través del noticiero de la cadena oficial de España no dejan de verse reportajes a cubanos "de la calle".

Esta gente se muestra totalmente pasiva mostrando con sus declaraciones que sólo esperan que los de "allí arriba" (el temible Raúl Castro y demás miembros de la cúpula gobernante) arreglen las cosas.

Proyectan sus (pocas) ansias y espectativas en una camarilla burócrata enraizada en un poder totalitario de cincuenta años de duración.

De todos modos no se puede descartar que se trate de funcionarios del régimen convocados para ser sujetos de una entrevista periodística...

De todas formas, nadie se pregunta qué hay detrás de todo este escenario? La gente cree en toda esta fantochada?

Si hasta en la más humilde empresa familiar hay pujas y peleas de poder. Cómo no va a haberlas en este entorno de un supuesto líder decrépito que se proclama al frente de una "revolución" que no es más que una formidable fuente de negocios para la casta gobernante?

Todo esto me hace acordar a los días finales de Juan Pablo II. En esas épocas los medios mostraban un idílico cambio de escenario. La cúpula vaticana pensando sabiamente en el futuro de la Iglesia y el Papa pronunciando hermosas frases justo antes de morir.

En este caso la diferencia es que a la Iglesia Católica pertenece el que quiere. Pero muchos cubanos no eligieron vivir en esa isla cárcel objeto de experimentos totalitarios propios de principios del siglo XX.

Ningún régimen autoritario ha terminado sus días en paz.

Recordemos el espectacular fin del dictador rumano Ceausescu, cuyo derrocamiento comenzó durante una manifestación de apoyo promovida por él mismo y su séquito.

Recordemos los tiempos que siguieron en España a la muerte de Franco.

Recordemos los últimos días del proceso militar en Argentina y las heridas que hoy en día se siguen manoseando.

Quedarse con esta calma aparente de los cubanos es quedarse con la superficie. Ignorar la larga historia que tienen este tipo de regímenes. Los oscuros y difíciles días que siguen a su fin.

Por otro lado es natural la inacción de los cubanos, luego de décadas de una dictadura férrea y de un lavado de cerebro permanente que comienza con la misma infancia.

En otro ejemplo vergonzoso dado por el corresponsal en Cuba, lo escucho en un reporte llamar al CDR (organización de espionaje del régimen) como "los ojos y oídos de la revolución".

La cobertura internacional que he visto hasta ahora sobre lo que está pasando en Cuba no deja de ser deplorable para mi gusto. Espero los acontecimientos superen que una vez más a la mediocre visión de la realidad que ejercen muchos medios de comunicación.

4 comentarios:

Louis Cyphre dijo...

La apología de Castro por parte de tanta gente en el resto del mundo es sinceramente incomprensible. Uno de los grandes misterios de nuestro tiempo.

Anónimo dijo...

che, te recomiendo lo que escribió sobre este blog el pibe de www.blogdedieguez.com.ar

Anónimo dijo...

Me parece que no tenes nada mejor q hacer que escribir en contra de Fidel Castro. Se nota que sos un periodista frustrado desde españa, o eventualmente necesitas conseguir una vida o una pareja y tener sexo.
Posta, de corazon, get a life...
No me parece que Fidel amerite tanto.

Anónimo dijo...

That's a great story. Waiting for more. »