Impresionante Guy Sorman hoy en La Nación sobre la tardía confesión de Gunter Grass sobre su pertenencia a las SS durante la era nazi.
El autor comienza reflexionando sobre la postura del escritor alemán pero finalmente se dedica a la hipocresía generalizada en el venerado mundo intelectual y artístico.
... uno nunca desconfía lo suficiente de los artistas. Uno no desconfía lo suficiente del gran escritor y de la estrella que se abusan de su poder de seducción para propagar opiniones políticas, exclusivamente políticas pero disfrazadas de otra cosa. Nunca nos preguntamos lo suficiente si la postura mediática está basada en el conocimiento. O por el narcisismo, la moda, el gusto por escandalizar y el interés financiero. Nos protegemos del político mucho más porque se presenta a cara descubierta. Pero no nos protegemos lo suficiente del artista que está oculto tras su talento, sobre todo, cuando ese talento es grande: de los magos, maquillados de moralistas, jamás desconfiamos lo suficiente.
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