Mariano Grondona se luce con esta columna del día de hoy en La Nación.
Todos, antiperonistas y peronistas, civiles y militares, han llenado cada uno a su turno la histórica Plaza. Pero ella, mansa como es, sólo respondió a una expresión auténtica cuando fue poblada por los revolucionarios de Mayo. A partir de ahí, siempre fue usada. Todos la usamos, cada uno a su turno, porque en el fondo de nuestra cultura late, todavía, el autoritarismo. ¿No habrá llegado el momento de renunciar a la Plaza, a esa ley de Gresham, a ese "patacón" político mediante el cual hemos vivido engañándonos a nosotros mismos? ¿No habrá llegado la hora de proclamar la rebelión de los ingenuos?
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