Recuerdo un chiste que trata sobre un hombre negro que, sintiéndose muy infeliz por el poco éxito que tiene con el sexo opuesto, recurre al genio de la lámpara.
Antes la posibilidad de pedir sólo dos deseos, el hombre dice: "Quiero ser blanco y que las mujeres se abran de piernas antes mí".
Como resultado el genio lo transforma en un bidet...
Este chiste viene a mi mente con motivo de la inauguración de las sesiones del Congreso Nacional en Argentina por parte del Presidente Kirchner y su repaso de éxitos y logros de su gobierno.
Siento como si la Argentina, tras años de fracaso y decepciones, también hubiera recurrido al genio de la lámpara. Sus deseos parecen estar cumpliéndose pero de una forma tramposa, como al pobre negro del chiste.
La desocupación que tanto preocupó a los argentinos durante años está ahora en niveles casi «europeos»,pero el país está lejos de ser España... Ser desocupado en Argentina es estar condenado a las peores condiciones sociales y tener empleo no es ninguna garantía de un mínimo bienestar.
La tasa de crecimiento del país está entre las más altas del mundo. Pero los capitales extranjeros continúan siendo reacios a participar de este supuestamente prometedor panorama.
Los argentinos deseamos un presidente fuerte luego de la penosa experiencia de De La Rua y la seguidilla de presidentes a principios del 2002... Y terminamos con un presidente «fuerte» pero al estilo bananero, con golpes en la mesa, prepotencia y manipulación de fuerzas de choque a través de subsidios estatales.
Los que buscaban que el estado brindara una adecuada asistencia social y cobertura a los más necesitados ahora se encuentran con programas que se dedican meramente a subsidiar la pobreza.
Finalmente, tantos ciudadanos pretendidamente progresistas que querían tener un presidente afín a su ideología también parece que recurrieron al genio. Pero se encontraron con un gobernante que se esmera en cuidar las relaciones con Estados Unidos pero que no puede evitar escalar un simple conflicto ambiental con un hermano país límitrofe como Uruguay, que además está gobernado por un partido de izquierda.
Me pregunto si muchos argentinos se darán cuenta que el país se transformó en el bidet del chiste y sabrán el año que viene meter el genio de nuevo en su lámpara para encarar transformaciones que no intenten engañar con el envase.
jueves, marzo 02, 2006
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2 comentarios:
Jorge, los que se dan cuenta son los mismos de siempre: una minoría que ve, opina entre amigos, pero que no tiene ninguna capacidad de mover las masas necesarias para ser gobierno.
Es una pena!! es tristísimo!! pero como repite Luis hasta el hartazgo "nos gusta ser así"!! (a mi no, pero "al gran pueblo argentino" si!)
Ayer vi en Hipelibertas un artículo de Rubén Benedetti sobre la situación del ex-Virreynato del Rio de la Plata, muy, muy bueno.. te lo recomiendo...
(by the way, me encantó tu artículo sobre los 30000!!)
gracias!
lo leí. muy interesante!
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