lunes, septiembre 11, 2006

Cinco años




Una famosa novela de espionaje comienza haciendo referencia al asesinato de John Fitzgerald Kennedy en el '63.

La trama no gira en torno a aquel histórico hecho. La novela, ambientada en esos años, simplemente cuenta cómo su protagonista, cuyo coche ciercula por una carretera alemana, se detiene al oir por la radio la noticia del asesinato del presidente norteamericano.

Recuerdo que el autor de la novela acotaba que no existe persona con uso de razón en aquella época que no recordara qué estaba haciendo el momento en que se enteró de la noticia.

La conmoción mundial que causó aquel asesinato selló la memoria de toda una generación.

Aquellos que nacimos unos cuantos años antes que el 2001 vivimos algo similar aquel 11 de setiembre. Como ocurrió con los contemporáneos de JKF nosotros guardaremos por siempre en nuestra memoria qué estábamos haciendo aquel día.

En aquel tiempo trabajaba en Argentina en una empresa de telecomunicaciones. La primer noticia, cerca de las 10 de la mañana, la recibí al oir un comentario poco menos que anecdótico de un compañero de la oficina: "parece que una avioneta chocó contra una de las torres gemelas".

Incialmente parecía ser la noticia de un accidente que no lograría alimentar más que algunas portadas de los diarios del día siguiente. Pocos minutos más tarde un simple suceso acabó convirtiéndose en una sucesión de imágenes de horror.

Había mi planta una sala de reuniones con televisión. Muchos empleados de aquel sector pudimos ser testigos directos de aquel acontecimiento plagado de muerte, fuego y escombros.

Una avión se acercaba a una de las torres mientras la otra hechaba abundante humo. "Esto está pasando ahora o están repitiendo lo que pasó antes? Es ese otro avión?"

Después pude ver caer la primera torre. "Pero qué es esto? Una película? Una broma de mal gusto?" Minutos después caía la segunda torre. Ya no quedaba nada de aquel complejo arquitectónico que personalmente había visitado hacía cinco años.

Abrumados, conmovidos, abandonamos esa sala sintiendo que las macabras intenciones de un conjunto de personas habían parido un mundo distinto. Un mundo mucho más peligroso que antes, un mundo donde lo seguro quedaba anclado en el pasado y lo incierto se convertía en el desayuno de todos los días.

Después vendrían el 11-M, el 7-J y muchos otros.

Pasados estos cinco años me queda la certeza de que la lucha contra el terrorismo y por la libertad no ha acabado ni mucho menos. Temo que nos espera en el futuro acontecimientos aun peores que los del 11-S.

Nuestra generación y las que siguan seguramente continuarán teniendo la desgraciada oportunidad de seguir grabando en su memoria este tipo de hechos a la vez históricos y horrendos.

(*) El living de Sebas publica un video aparentemente inédito hasta estos días sobre los sucesos del 11-S.

1 comentario:

Sine Metu dijo...

Yo estaba escuchando al Cholo Gómez Castañón por Radio Continental cuando dijo "parece que una avioneta se estrelló contra las torres gemelas".
Salí corriendo a un televisor, y me quedé ahí por horas pegado a la pantalla sin poderlo creer.
Vi el segundo impacto, la caída de una torre, la caída de la otra, la del edificio 7, todo completamente shockeado.
Las repercusiones mundiales (acá todavía gobernaba delarua) los musulmanes festejando en las calles, el nefasto comentario de la bonafini, todo.

Al día siguiente me encontré con un amigo al que le había pasado lo mismo que a mí. Ni siquiera había atinado a llamar por teléfono a nadie.

Fue un punto de inflexión.