El cubano que estaba haciendo una huelga de hambre para exigir acceso libre a internet a la dictadura castrista ha abandonado la medida.
No hace falta aclarar que el gobierno del coma-andante ahora devenido en zoombie no accedió a sus reclamos...
Un blogger hace una reseña con tinte irónico sobre el reclamo y se pregunta para qué sirven las huelgas de hambre.
Yo le contesto que en este caso sirve para que todo el mundo se siga enterando de que Cuba es una isla cárcel y no un paraíso de la salud y prosperidad.
Esta abortada huelga sirve para que se sepa que la isla caribeña está siendo gobernada por un regimen que se puede dar el lujo de dejar morir una persona que ejerce su derecho a hacer un reclamo al gobierno de su país.
Los tan denostados gobiernos pro capitalistas occidentales no pueden darse estos lujos. No pueden llegar a la instancia de dejar que muera un ciudadano aunque su reclamo no sea atendible. En estos casos la opinión pública termina inclinándose a favor del huelguista y la medida acaba suspendiéndose.
En Cuba no ocurre así porque no hay opinión pública, sólo un medio oficial que canta permanentes loas al régimen mientras la progresía internacional desea estar junto al máximo responsable de esta tiranía en el momento en que sopla sus 80 velitas.
Gustavo Fariñas promete que continuará sus reclamos por "otros medios". No creo que tenga éxito en su objetivo principal pero sí en seguir ayudando a desenmascarar al régimen cubano.
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