martes, junio 13, 2006

Cierto pasado que siempre vuelve


En el marco de la vocación del gobierno por resucitar una parte del pasado se hizo hace unos días un acto homenaje al General Valle y demás militares fusilados por sublevarse contra el gobierno de facto que resultó del derrocamiento del General Perón en 1955.

No es casualidad que se recuerde precisamente este hecho, más allá de tener una marcada vinculación con la historia del peronismo.

Los guerrilleros montoneros de los años '70 siempre han citado esos hechos como el punto de partida de la violencia en la Argentina y sobre la que justificaron su posterior accionar.

Ellos mismos, con el declarado fin de vengar aquellos fusilamientos, iniciaron su carrera criminal con el secuestro y posterior asesinato (farsa de juicio mediante) del presidente Pedro Eugenio Aramburu 15 años después de los hechos. Aramburu, respaldado en una Ley Marcial en vigencia en el momento de la sublevación, había sido el encargado de ordenar que se aplicara la pena máxima a los militares sublevados.

Es interesante que el gobierno peronista enfoque particularmente estos sucesos del pasado cuando el partido oficialista tiene una larga historia de violencia y de personajes nefastos en su haber pero que parece que no es políticamente correcto recordar.

(Más sobre el tema en Sine Metu)

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