He visto en el fin de semana en DVD la película ítalohispanoargentina El Método, basada en la obra de teatro «El Método Grönholml».
La película promete ser una crítica ácida de los procesos de selección de personal en las grandes empresas. La historia intenta sumar un costado «anti capitalista» denunciando cierta manipulación e inhumanización de las personas.
Siete candidatos para un alto puesto son reunidos en una sala de una empresa localizada en una zona céntrica de Madrid. En ese día, para sumar a la trama ese clima anti capitalista que citaba anteriormente, tiene lugar en la ciudad una masiva manifestación «contra el FMI y el Banco Mundial».
Los candidatos se van descartando uno a uno por medios totalmente absurdos, como por ejemplo que se van echando entre ellos al estilo de los programas de Gran Hermano...
Todo lo que ocurre durante este proceso de selección es absurdo e irreal. Las características de los personajes coinciden con los estereotipos de las personas que puede uno encontrarse en una oficina pero el proceso en sí es ridículo y no creo que ninguna empresa acuda a utilizarlo.
Toda la película está enmarcada en un tono anticappitalista que pretende mezclar peras con bananas. Me pregunto yo qué tiene que ver la selección de personal para una empresa con el FMI y el Banco Mundial. A propósito, me pregunto si el Banco Mundial al que se refiere la película es el mismo que financia planes sociales y programas de desarrollo en Argentina y el Tercer Mundo.
Uno de los personajes, encarnado por el actor Pablo Echarri, es argentino. En una parte de la película él y otro candidato están observando a través de la ventana la manifestación que se desarrolla en las calles. En ese momento Ricardo (Echarri) le dice a Enrique (Ernesto Alterio) algo así como:
- Si no fuera por el FMI y el Banco Mundial yo no estaría aquí y seguiría viviendo en ArgentinaComo vemos, el discurso progre argentino que culpa al FMI de todos sus males no podía dejar de llegar a la gran pantalla.
La película termina mostrando a la última candidata derrotada saliendo del edificio y caminando entre las ruinas dejadas por la manifestación. La escena intenta mostrar en forma metafórica las «ruinas» dejadas por el capitalismo, cuando en realidad esta gente no se da cuenta de que las ruinas están en otro lugar y otros países...
En resumen, la tan aplaudida película de Marcelo Piñeyro sobre la selección de personal en las grandes empresas no es más que un montón de lugares comunes que se juntan en un argumento que sólo sirve para satisfacer las consciencias de los que creen que el mundo debería ser más parecido a Cuba que a Estados Unidos.
3 comentarios:
Vi el avance nomás. Me pareció que Echarri hablaba con acento gallego?
que te haces el anti-comunista salame
anda a ver peliculas de rambo
hay dios mio se nota q son un ignorANTE anti comunista que se dedica a opinar sin tener ningun conocimiento del caso
a mi me a tocado pasar por la dificil situacion de ser elejido mediante ese metodo y realmente eh sacado una buena experiencia,del proceso.
Para la empresa es fantastico el metodo
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