Supo ejercitar su mente lúcida para criticar lo malo de los argentinos. Su lenguaje políticamente incorrecto levantó ampollas en otras épocas. Recuerdo cuando llamó "mugrosas" a las carpas que los docentes habían instalado en los '90 para protestar contra la política educativa del menemismo.
Ahora, en el ocaso de su vida, vemos a María Elena Walsh postrarse ante la lideresa K, quien ocupa sus tardes en recibir celebridades. Tengamos en cuenta que no tiene otra cosa importante que hacer, para eso está su marido.
Para peor la escritora se lleva contenta de regalo a su casa un libro que ilustra la vida de uno de los personajes más fatídicos de la historia argentina.
Qué habrá quedado de la creadora de aquellas famosas canciones ácidas y ambiguas que tanto grandes como chicos, entendiendo significados distintos, solíamos cantar?
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