miércoles, enero 30, 2008
Por la plata baila la mona
La Bonafini se atrincheró en la Catedral de Buenos Aires para reclamar dinero. En lugar de hacer los trámites como cualquier mortal optó por lo que mejor saber hacer: montar un escándalo y prepotear a quien se le ponga delante.
Los responsables del templo se apresuraron a clausurar los baños, parece que no saben que en la Argentina actual los manifestantes de esta clase no los necesitan y hasta casi se han olvidado de cómo se usan.
Finalmente el gobierno de la ciudad entregó el dinero. Yo también lo haría, si me mandan a Sergio Schocklender como negociador...
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